Proyecto de fuente para la Plaza de la República Argentina (Madrid).
Esta fuente fue el producto de un Concurso del Ayuntamiento de Madrid, con motivo de homenaje y agradecimiento a este país por las ayudas recibidas en tiempos de Eva Duarte de Perón. Con los avatares políticos el proyecto se enfrió y nunca se logró su colocación. El proyecto fué ganado por tres escultures y un arquitecto. A Cruz Collado le correspondieron tres esculturas y los delfines por los que saldría el agua de la fuente. La fuente era neoclásica, pero de gran belleza. Los escultores fallecieron, pero la obra estaba terminada y sólo la desidia, mezclada con el escándalo que supuso que el único superviviente, el arquitecto, sólo tuviera interés sobre el solar dónde se iba ubicar, para realizar sus obras privadas de unas edificaciones cercanas, permitieron que nunca se erigiera el premiado Monumento. El escándolo fué recogido por Sábado Gráfico y participó como denunciante, asímismo, la viuda del autor, Mercedes González Gimeno, que declaró que sólo le interesaba que las esculturas de Cruz Collado pudiesen contemplarse, lejos de intereses economicistas. Por cierto los intereses del premio, nunca cobrado, deben ascender a escueta cantidad, ya que el monto correspondiente al escultor eran 10.000 ptas de la época, que por mucho que se actualicen no cubren gastos.
El escándalo (corrían los tiempos del General Franco, Carrero Blanco y Camilo Alonso Vega, y alcalde de Madrid, Conde de Mayalde), se tapó desde estas instancias y rápidamente se pusieron los delfines sobre una pileta standard, que hoy perduran, copia de un mal comic.
